Hoy me siento muy feliz. Después de lo vivido en estos últimos días, solo me puedo sentir afortunado y agradecido por todas las cosas bonitas que han sucedido. Aún lo pienso y no puedo asimilar cada momento vivido.
He pasado la última semana en Madrid, acogido por amigos a quienes les debo mucho y ocupan un lugar en mi corazón. Fueron unos días increíbles cargados de mucha música. Han sido días repletos de composición, ensayos, comidas, risas, paz, alegría y un concierto maravilloso que no me lo borra nadie.
En los estudios de mi querido amigo Fita, se ha empezado a cocer a fuego lento una de las nuevas canciones que ya resuenan en los conciertos de esta gira. Ya tiene muy buena pinta, os lo hago saber. Aún no puedo contaros mucho de este proyecto, pues aún está en el horno, pero os aseguro que me siento entusiasmado por como sigue su curso.
De imprevisto junto a mi hermano Rafa Aragón, que aunque no de sangre, yo lo siento similar, nació una composición algo peculiar. Un proyecto que se ha creado para el disfrute interior del alma exponiendo un poco las nuestras. Aquí puedo contar que os la regalaremos mas pronto que tarde. Este vuelve a ser un proyecto que me llena de felicidad. Ya me daréis la razón.
Afortunado de haber vuelto a compartir momentos con mi queridos amigos Celia Monzón y mi Dani Terzo, dos artistas increíbles que con Rafa Aragón, sumaron instantes junto a mi sobre el escenario.
Feliz y orgulloso de haber coincidido de nuevo con unos músicos increíbles como son Juan Tejerina, Guillermo Sánchez y Teresa García, llevan la música en la sangre y eso se nota a leguas.
Agradecido a la vida de haber puesto en mi camino a Ángel Burgos, un videógrafo intachable, que a parte es mi amigo y que realizó las fotos del concierto para que quede documentado y para el recuerdo.
A ellos solo decirles que no se vayan de mi vida, que hacen que todo fluya con un ritmo más bonito. Que ya les echo de menos.
Gracias también a Escandar Geret de Aleatorio, por darme el espacio para realizar este concierto tan íntimo que llevaré siempre en lo mas profundo de mi alma y a todos los que vinisteis esa noche para regalarme vuestra atención y cariño.
Gracias Madrid por darme tanto, que aún no sabes cuanto.
¡Que viva la vida!