La vida es un viaje de ida cargado de sueños, ilusiones y aprendizaje. Un tren con rumbo fijo en el que suben y bajan personas que siempre aportan algo en ti, ya sean emociones, amor o algún hecho que aporte aprendizaje en tu trayecto.
Es bonito reflexionar sobre algo tan maravilloso, complejo y simple a la vez. Algo que sucede en una flor, en la mínima brizna de hierba, en un soplo de aire, desde un pequeño insecto hasta el mayor mamífero. Algo que solo se forma de energía y materia celular.
En cuanto a nosotros, vivimos una vida a veces un poco frenética, con mil cosas en la mente, pensando en qué queremos obtener, cuando lo mejor que tenemos es el «presente», algo precioso que nos regala la vida y a que a veces pasamos por alto pensando en recuerdos, anhelando momentos o pensando en un hipotético futuro. Cuando simplemente hablamos que la vida es un viaje de ida. Está bien pensar en el pasado para recordar momentos vividos, está bien tener en cuenta el futuro para proyectarnos y focalizarnos en lo que queremos ser o conseguir, pero debemos poner atención en nuestro presente, pues es cada acción que ocurre en cada instante. Así, si controlas esto, puedes saborear de una forma más profunda lo que te ofrece la vida. Disfruta cada instante que se te ofrece, todo lo que nos sucede aunque a veces podamos llegar a pensar que no es bueno, en el fondo, lo es. Todo nos enseña, todo llega cuando merecemos y en el momento adecuado.
Todo, por pequeño o insignificante que parezca, puede hacer que tu vida sea más bonita. Eso si, debes aprender a verlo con una mirada bonita, con ganas de aprender, crecer y seguir nutriéndote de cada paso de la vida, al final en eso consiste, en ser cada día un poco mejor.
Vive, comienza cada día tratando de ponerle la mejor energía, la mejor intención y todo el amor posible a todo lo que haces y trata de dar lo mejor a cada persona que aparezca en tus días.
Por mi parte, me siento afortunado de todo lo que me ha tocado y me toca vivir. Trato de aprender en cada instante, intento saborear con amor todo lo que se me acontece y trato de responder siempre con una sonrisa y todo el cariño posible.
Y a ti, te deseo lo mejor hoy y siempre.
¡Que viva la vida!